Adrián del Vado (Delva): “El TrivalValderas no es sólo un club, es un sentimiento de pertenencia a unos colores y a un barrio”
Lo primero que tuvo entre las manos cuando sólo era un crío fue un balón. Sólo tienes que hablar dos minutos con Adrián del Vado, o mejor dicho Delva, para darte cuenta que desde ese día su pasión empezó a ser el fútbol.
Más adelante se dio cuenta que la enseñanza también formaría parte de su día a día. Por eso, para él es muy importante no sólo que los niños sean mejores jugadores, sino también que aprendan que la vida son valores.
Llegó al C.F. TrivalValderas hace casi once años, aunque primero fue jugador y ahora compagina su labor de entrenador con la de coordinador. Desde aquel día que entró por La Canaleja, vive por y para este club.
Le hemos entrevistado para conocer cómo han sido estos años de dedicación al TrivalValderas:
¿Por qué elegiste ser entrenador?
Llevo jugando al fútbol desde los seis años. Fui creciendo y tuve oportunidad de jugar en las mejores categorías hasta juveniles y debutar en Tercera División con el C.F. TrivalValderas Alcorcón.
Además, como docente que soy, siempre me han gustado los niños, y junto con la pasión que tengo por este deporte, pensé que sería una bonita combinación para enseñar cosas interesantes a los chicos.
¿Cuánto tiempo llevas entrenando niños?
Si no me equivoco, el próximo año harán 10 años en la Escuela como entrenador.
¿Qué aspectos crees que se deberían trabajar más con un deportista?
Sin ninguna duda el trabajo de valores. Más allá de todos los aspectos que engloba el trabajo y la dedicación de un deportista, estoy convencido que inculcar ciertos valores y conductas te hacen ser diferente al resto de compañeros, e incluso un deportista mucho más completo.
¿Qué puede aportar la psicología al fútbol?
Ya no es solo en el fútbol, sino en la práctica de cualquier deporte, ya que la psicología pone en juego muchos aspectos como la concentración, la memoria, la coordinación y hasta la felicidad y el buen humor.
Creo que lo más importante de la psicología en el fútbol es que ayuda a mejorar el rendimiento y la forma de enfrentarnos tanto a la competición, a los rivales como a uno mismo.
Cuéntanos cómo aterrizaste en el TrivalValderas
Llegué como jugador en 2008 y lo dejé en 2010. Fueron dos años maravillosos tanto en lo deportivo como en lo humano que rodea a este equipo en el día a día. Además, tuve la oportunidad de debutar en Tercera División e incluso de disfrutar los Play Off a 2ºB.
¿Qué le diferencia al TrivalValderas del resto de clubes?
El TrivalValderas no es sólo un club, es un sentimiento de pertenencia a unos colores. Llegar a este club hace sentir especial desde el primer día que pisas La Canaleja hasta que te vas.
Creo que son los valores que nos definen y trabajamos constantemente como la educación, la organización, el compromiso, la unión y en especial el esfuerzo lo que nos hacen ser diferentes. Me gusta utilizar esta frase para explicarlo: “A nivel individual, transmitimos los mismos valores, compartimos el mismo camino”.
¿Cómo compaginas tu labor de coordinador con la de entrenador?
Los días que me toca entrenar, salvo alguna excepción puntual, los equipos que coordino no entrenan. Entonces, es más fácil organizarse el trabajo. Los sábados es cuando se tiene más dificultad por la diversidad de horarios. Los equipos que entreno están en etapa de aprendizaje, y los que coordino en etapa de rendimiento, son dos labores diferentes e igual de bonitas.
¿Cuál ha sido tu momento de mayor satisfacción como entrenador?
La satisfacción es simplemente el día a día, la ilusión y las ganas de los chicos cuando toca entrenamiento.
¿Cómo motivas a tus jugadores a saltar al terreno el juego?
Motivar es vivir intensamente el día a día, hacerles partícipes de la pasión del fútbol y lo que significa jugar en este club. Por ejemplo, a los mayores les digo :“Hoy no es un día cualquiera, jugamos nosotros, juega el TrivalValderas”.
¿Qué consejo darías a los jugadores para entenderse mejor con su entrenador?
El entrenador es uno más del grupo y quiere lo mejor tanto para el jugador como para el equipo. Su papel es buscar los caminos para ayudar a mejorar el rendimiento de sus jugadores y la forma de enfrentarse a las circunstancias y dificultades que se les presenten en los entrenamientos y la competición. Por ello, deben confiar en él, porque aunque exija al máximo, quiere siempre lo mejor para sus jugadores.
¿Y aquellos que quieren dedicarse a entrenar?
Dedicación, constancia y mucho esfuerzo.
¿Cómo debe manejar un entrenador a un jugador que apunta maneras de crack?
Seguramente un buen camino para la formación de ese jugador sea tratarlo como uno más, con normalidad dentro del equipo, incluso diría que hay que exigirles más que el resto, sobre todo en el trabajo y esfuerzo diario.
Más allá de tener cualidades con y sin balón excepcionales, son sus valores y mentalidad lo que les llegue a diferenciar del resto y con los que también puedes llegar a algo en un futuro.
Algo más personal:
Un jugador: Roberto Carlos.
Un entrenador: A nivel mediático, siempre me ha gustado Ancelloti y su Milán. Más personal Juanra, un entrenador que tuve con cuatro años y que me enseñó a dar los primeros toques con un balón.
Un estadio: ¿Hay alguno mejor que La Canaleja? Jajaja.
Una manía: No soy mucho de manías. Aunque me viene a la cabeza que al menos cuento los balones y a los jugadores cinco o seis veces en cada sesión.
Un sueño: En categorías inferiores, haber podido jugar con la Selección Española,
Entrenador de fútbol pero qué más sería Delva: Siempre he querido ser piloto de aviones.